El principio de Arquímedes

Continuando con la física aplicada al entorno laboral que ya se utilizó en el post titulado Los Julios y los Jefes, se va a tratar en esta ocasión sobre el principio de Arquímedes.

La relación entre peso y volumen se puede medir mediante el principio de Arquímedes, que determina que: todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado.

Extrapolado el principio de Arquímedes a un fluido denominando entorno laboral se puede equiparar el concepto del peso a la valía de las personas (se parte de la hipótesis de que el conocimiento es un lastre) y el del volumen a su círculo social.

Siendo la aceleración de la gravedad un valor constante, son las variables del círculo social, la valía y la densidad del entorno las que configuran la posición de cada sujeto en el devenir profesional.

El círculo social puede se manejado por cada individuo invirtiendo esfuerzo en ampliarlo. La valía personal suele venir de serie pero se puede ampliar con la formación y la experiencia o disminuir con el disimulo. En cuanto a la densidad del entorno depende de cada empresa y puede ser alterada por agentes externos como la presión y la temperatura.

El punto de equilibrio para la supervivencia laboral viene determinado por la proporción entre el círculo social y la valía personal en función de la densidad del fluido laboral.

A continuación se analiza el comportamiento de los individuos según el principio de Arquímedes.

Caso A: (flota)

Cuando el círculo social es muy superior a la valía, entonces se genera una fuerza de empuje hacia arriba que hace que la persona flote sin ningún problema. Puede menguar su círculo social o puede disminuir la densidad del entorno sin peligro de hundimiento. Incluso se puede permitir aumentar su lastre incrementando su conocimiento (sin pasarse).

Caso B: (Flota pero con el agua al cuello)

En el caso en el que el círculo social sea ligeramente superior a la valía, el peso del volumen desalojado producirá una fuerza de empuje hacia arriba que hace que la persona emerja aunque de forma precaria. En este caso se está expuesto a que cualquier disminución de la densidad del fluido laboral o merma en el círculo social rompa el equilibrio. En este caso está totalmente desaconsejado incrementar el lastre del conocimiento.

Caso C (se hunde)

 

Cuando la valía personal es superior al círculo social la fuerza de empuje resulta insuficiente y la persona queda enterrada en el entorno laboral. Se recomienda en esta situación tirar por la borda todo el conocimiento posible y salir al pasillo a hacer amigos. Otra opción es mudarse a un fluido laboral de alta densidad, aunque hay que tomar precauciones de que no sea tan tóxico como el mercurio.

Sirva este análisis como una reflexión de inicio de año para ayudar a buscar ese equilibrio tan necesario para subsistir.

 

Lula

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