Encontrar una película en la que aparece tu padre cuando era un niño, sobre todo si murió tan pronto que no puedes recordarle, debe ser muy emocionante, esto es lo que le ocurrió a Elisabeth Cabeza y sobre la base de esa película construye un documental con los antiguos compañeros de su padre y las personas relacionadas con el colegio en el que todos ellos estaban y donde se rodó la película.
Es bonito ver a los niños de entonces ya ancianos recordar aquella experiencia, pero la narración me resultó confusa. Los niños, huérfanos, estuvieron en el colegio durante la guerra, estaba regentado por curas y patrocinado por un marqués, Cataluña era zona republicana y tuvieron que esconderse un tiempo, no me logré enterar de cuándo se van ni cuándo reaparecen y quién estuvo al mando mientras tanto. Todos parecen guardar un buen recuerdo de aquella época pero no se sabe cuándo y cómo abandonaron el colegio, ni cómo influyó en sus vidas su estancia en el mismo en una época en que ir al colegio sólo estaba al alcance de unos pocos.

Este debía ser el tramoyista de los Monty Phyton porque los decorados le han salido muy majos y la historia está en la línea de los Phyton, pero no tiene ni pizca de gracia, claro que ¡qué se puede hacer con estos ¿actores?!, aparte de que necesitaría los mejores para sacar algo de esos ¿personajes?.
En resumen, para los que les gusta el cine fantástico "unos niños
bonitos de hollywood diciendo bobadas en un decorado de cuento", para el resto "Gillian descubre Disneylandia".