Babuinos vs. ejecutivos

 

A raíz de la publicación del post Productividad: Matriz DI, mi asesor político(1) me envió un correo comentando lo afilado del análisis(2). Esto dio pie a que quedáramos a comer porque hacía tiempo que no nos veíamos. En la comida le pedí que me volviera a contar la metáfora de los babuinos para plasmarla en el blog. Quiero dejar claro que la historia es suya, y que yo sólo le doy forma escrita.

Cuando era pequeño mi asesor político en vez de cromos de fútbol coleccionaba fascículos de National Geographic. Le gustaba mucho leer acerca del comportamiento social de los animales. Estas lecturas le fueron de gran utilidad cuando fue el jefe de gabinete de un poderoso Señor de las Telecomunicaciones y le ayudaron a comprender que la conducta humana era muy parecida a la de ciertos animales salvajes. En la primera reorganización en la que se vio envuelto, le correspondió el delicado trabajo del reparto de despachos y pudo comprobar que el proceder de los ejecutivos se ajustaba en gran medida al de los babuinos .

Esta especie se caracteriza por su agresividad y por sus continuas luchas de poder. Viven en pequeñas manadas en zonas abiertas como sabanas, semidesiertos o planicies rocosas. Pueden ser víctimas de los depredadores cuando bajan a los ríos o lagos a beber agua y se sienten más seguros sentados en las faldas de las montañas donde tienen visibilidad de todo lo que se mueve. Se organizan en una rígida estructura social jerárquica que se plasma físicamente en el lugar que ocupan en la ladera de la montaña. La posición de un babuino se ajusta al siguiente criterio:

Todo Babuino se sentará por encina del resto de la manada que es menos fuerte que él y se quedará justo por debajo de un babuino de fuerza superior.

Todo babuino que se precie deberá valorar sus fuerzas en su justa medida si no quiere perecer en una disputa.

Llevado este comportamiento a los ejecutivos se observa que se miden entre sí para situarse en el más alto puesto jerárquico que les permitan sus fortalezas(3) y al igual que los babuinos se sienten seguros sentados en su despacho al abrigo de las amenazas del entorno.

La posición jerárquica viene también dada por la altura. Las plantas superiores de los edificios de negocios están ocupadas por los ejecutivos de mayor rango y cada piso que se baja es un descenso en la posición social. Valga la siguiente prueba del 9:

¿En qué planta está el Consejo de Administración?: En la más alta.
¿Dónde se suelen ubicar a los becarios?: En los sótanos.

Por este motivo el reparto de despachos es un tema muy delicado en las reorganizaciones y en las fusiones de empresas siendo a veces el punto más espinoso(4). Todo ejecutivo luchará y negociara hasta la muerte para conseguir un despacho en el piso más elevado que le corresponda por su jerarquía y por eso es dramática la "nota de corte".

Si un ejecutivo cae en desgracia será despojado de su despacho pasando a otro en un piso inferior. En el caso de que un ejecutivo nuevo con muchas ambiciones y con poco conocimiento del entorno aspire a situarse en lo más alto, corre el peligro de que otros ejecutivos con más fortalezas vayan directos a su yugular para quedar relegado a un despacho en un piso inferior al que pretendía.

Tuve la ocasión de aplicar estos conocimientos cuando renuncié a mi puesto jerárquico. Sabía que ya no me correspondía un despacho individual y antes de que me despojaran de él y me pusieran en cualquier parte negocié compartir un despacho doble con Jose, mi antiguo compañero de despacho, e incluso subí un piso :-)

Lula

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(1) Aunque soy pobre me puedo permitir un asesor político de lujo al que compenso con asesoría técnica.
(2) Me halagó en gran manera
(3) Estas fortalezas son de diversa naturaleza: relaciones con otros ejecutivos, carácter, ambición, falta de escrúpulos, etc.
(4) En la fusión de dos grande bancos, el caballo de batalla fue determinar cuál de los dos presidentes ocupaba la planta superior. Al final se tuvo que hacer una reforma para dividir la planta superior en dos partes.