Hola,

Acabo de leer el artículo del rosario de la aurora para cargar las pilas antes de las dos horas y media de clase que me espera con mis post-adolescentes. Como ya es costumbre, me ha alegrado el día.
Solo comentarte que me he acordado de qué viene lo de acabar "como el rosario de la aurora". Parece ser que a principios del siglo XX o en el siglo XIX era costumbre realizar el rosario a estas inhumanas horas por la zona de San Francisco el Grande recorriendo las calles cercanas a esta iglesia. En uno de estos rosarios se encontraron dos grupos de fieles avanzado por la misma y estrecha calle en sentidos opuestos. Ambas pías facciones reclamaban que el grupo opuesto dejase expedito el camino invocando su derecho de antigüedad sin que la caridad cristiana y la humildad asomase en ninguno de ellos.
El resto, puede imaginarse: acabaron a farolazos (es que llevaban faroles para alumbrarse) con intervención de las fuerzas de seguridad.

Salud,

Jorge

Hace muchos muchos años, cuando estaba en el colegio, un profesor (un buen profesor) nos dijo: "las mujeres gritan cuando ven un ratón porque son muy expresivas, un animal pequeño que corre a toda velocidad asusta tanto a una mujer como a un hombre pero a éste no se le permite tanta expresividad". De haber estado sola en casa te hubieras bajado de la silla y enfrentado al ratón. No es lo mismo ser miedosa que cobarde. Te enviaré un relato con mi punto de vista sobre el valor de las mujeres.

Mabeco