El largo y cálido verano

Hace unos momentos han caído unas gotas, las suficientes para salir corriendo a recoger la ropa tendida y las justas para que cuando acabas de recoger la ropa deje de "llover". Una vez más tenemos una falsa alarma de finalización de este verano obeso y oblongo, que no solo no nos deja sino que burlonamente nos sonríe con recochineo.

La cosa es peor porque, dados los días bien entrados en octubre en que nos encontramos, de hecho en todas partes han cambiado el aire acondicionado del verano por la calefacción del invierno, sin pararse a pensar los sudores y sofocos que aguantamos constantemente por ello.

Por ello y por otras circunstancias agobiantes que nos acosan.

Primero fueron las elecciones del 14-M. Visto desde ahora aquello fue simplemente un acto de procreación. Ese día el espermatozoide fecundó al óvulo, produciendo un embrión que no ha dejado de crecer desde entonces. Las células se multiplican y se diversifican, y a 6 meses del hecho la madre empieza a padecer los sofocos, mareos, caprichos e incomodidades de todos conocidos. A pesar de todos los adelantos, aún no sabemos si será niño o niña, pero el embarazo está siendo sin lugar a dudas problemático.

En este caso claramente se trata de un retoño inesperado, y los padres todavía se preguntan cómo pudo llegar a suceder. Lo que sin duda pasa es que la familia no estaba preparada para ello y mientras apresuradamente se preparan se juntan los calores del embarazo, los del agobio y los del verano extra grande para acabar todos bañados en sudores, las más de las veces cálidos pero otras verdaderamente fríos.

Este verano tardío ha traído también un rebrote casi virulento de amor y deseo, de esos que tampoco te esperas y juraste hace tiempo no volver a padecer. De esos que te dejan indefenso y con los que además, dicho vulgarmente, se te queda cara de tonto.

Así que aquí me tienes, inventando cada día una frase, recordando e inevitablemente mistificando, y reconcomiéndome por aquello que pudo ser y no fue, elucubrando qué hubiese pasado si..., y qué podría suceder si... y cómo conseguir que...

Para mi sorpresa, incluso me descubro sintiendo ataques de celos!.

Ya sé lo que piensas, debería alegrarme porque en el fondo demuestra que aún estoy vivo porque pienso, siento y amo. ¡Venga ya!. Lo que yo hubiese deseado es puro sexo, sin remordimientos y sin disturbios, un recuerdo feliz para mucho tiempo, y todo hay que decirlo, un reforzamiento de mi ego que a estas edades empieza ya a flaquear sobre todo en este terreno.

Bueno, sólo me queda la esperanza que como la falsa lluvia de esta tarde sea sólo un espejismo, un amago fugaz y no un espeso largo y obseso verano como éste.

Darth Vader

Más relatos de Darth Vader, pulsar Darth Vader
e-mail de contacto: seccionfemenina@gmail.com