Fíate de las apariencias

Una vez tuve un noviete muy macho al que le flipaban los Bee Gees, un amigo granadino que bailaba sevillanas como Robocop, otro que trabajaba en un jet-foil y que era incapaz de subirse a un pulpo de esos de feria porque se ponía histérico perdido con el sube y baja y las vueltas que daba, vamos, que he estado sobradamente rodeada de personas que se han dedicado a tirarme por los suelos los ideales de arquetipos que solemos tener en mente.

Mi novio actual (espero que sea el último) fue karateka, windsurfista y lo que le echaran en sus años mozos. Estuvo dos años en un seminario y cuando salió de él firmó una apostasía, estuvo otros dos años intentando entrar en la Academia Naval de Marín y como no lo logró pues luego se hizo objetor de conciencia y se pasó la mili por el forro en la Cruz Roja. Astrofísico de carrera reconvertido en informático por las necesidades del mercado, ahora cuando se queda solo en casa o se arranca a limpiar la pecera, pone un cd de baladas, el que pille primero, Ricky Martin, James Blunt, incluso Dyango o Julio Iglesias, porque le relaja ponerse romántico, y va a todos lados subido en una moto que parece sacada de una película de ciencia ficción llevando a bordo a nuestro mini perrito Pintxo (un Bichón Maltés) asomándose de su bolsita de viaje, porque no le gusta dejarlo solo en casa demasiadas horas. Es un hombre de extremos.

Un muy MUY amigo de mi novio y mío, Mancho, es mecánico y de paso es también la antítesis de lo que todo el mundo imagina cuando piensa en un mecánico. De hecho, le estamos buscando novia y me las tengo que ver y desear cuando la amiga en cuestión a la que se lo quiero presentar me pregunta detalles de él: ponte en situación, una amiga viene y te dice que te va a presentar al hombre de tu vida, que se llama Amancio y que es mecánico de coches ¿tú qué dices? De hecho la primera a la que se lo dije casi se enfadó conmigo, así que ahora les digo a todas que se llama Mancho y que tiene su propia empresa. Punto.

Mancho está como el queso, las cosas como son, rubio, ojazos verde azulados y está bastante cachas porque hace ejercicio de manera moderada y habitual; Pero lo que realmente impacta cuando le conoces es que es de los tíos más cultos y sensibles que te puedas haber echado a la cara en tu vida ¡y no es gay!

Con Mancho te puedes pegar horas hablando de Historia, de Política, de temas socio culturales, y el tío está a la altura y más de muchos que han pasado por la Universidad; Con Mancho es que te ríes hasta que te saltan las lágrimas, de hecho yo me he ido de marcha con él y mi chico y nos han dado las tantas de la mañana muertos de risa y pasados de caipiriñas. Pero es que encima al tío le encanta Alejandro Rodríguez , acaba de regresar de México porque se fue al concierto de U2 en Monterrey , y en el pedazo de todoterreno que tiene siempre lleva música de esa que los chicos denominan "maricona", Alejandro Sanz, David de María o su adorado Alejandro Fernández.

Luego está mi jefe: dos metros y cinco centímetros de hombre que cuando se cabrea da pavor a quien pille alrededor, pero le da dolor de barriga al dejar a su perra en una guardería si se va de fin de semana y llora al recogerla, y cuando le suena el móvil cantan los cuatro Divos My Way a todo trapo y él se queda ahí suspirando, esperando a que termine el estribillo antes de contestar la llamada.

La semana pasada me subí al taxi de la simpatía: el taxista, unos treinta años más o menos, iba todo apretado en una camiseta fashion e iba cantando a grito pelado Corazón Partío cuando le paré, y aunque bajó un poco el volumen de la radio, siguió cantando él solo y ¡se sabía la letra!. Lo gordo fue que la siguiente canción que sonó fue Y si fuera ella y ahí el tipo no se pudo reprimir y hasta me pidió permiso para subirla un poco más. Fuimos los dos cantando hasta que con algo de pena me tuve que bajar porque llegábamos a mi destino.

Esta misma mañana ya fue el colmo; al ir al trabajo tengo que pasar por una zona que está terminando las obras y siempre está cerrada al tráfico, pero hay camiones y obreros que normalmente se ceban conmigo. Hoy uno de los camiones tenía la radio a tope y había dos obreros dentro cantando a voces Déjame verte !!!!  

Rebecuqui

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