La momia

Comiendo el otro día con mis amigas Charo y Pilar, mientras hablábamos de una tercera, que por supuesto no estaba presente, salió a colación el término "amojamada"(1) para referirnos a sus pocas carnes. Charo citó el refrán "Las mujeres a partir de cierta edad, o se amojaman o se ajamonan", lo que nos dio qué pensar cuan cerca estábamos de esa "cierta edad" y cuales eran nuestras tendencias en asuntos de peso.

Como en todas las conversaciones entre amigas, los temas saltan de uno a otro sin volver nunca hacia atrás y sin preocuparnos del origen de lo que se habla en cada momento. Por eso, de la mojama pasé a hablar de "la momia", un personaje que sólo conozco de vista pero que me produce mucha desazón. No sé la edad que tiene, pero claramente su tendencia ha sido el amojamamiento más espectacular que he visto nunca.

Es una mujer muy alta, extremadamente delgada, sólo piel y huesos. Viste muy elegantemente, con colores claros y ropas con mucha caída. Cuando la ves de lejos paseando a su perro, bien podría pasar por modelo de la pasarela Cibeles o Gaudí(2). Sin embargo, de cerca da verdadero miedo, porque parece la encarnación de Cruella de Vil con cien años. Su piel es oscura, arrugada y acartonada, como si se hubiera pasado la vida en los rayos U.V.A. Su pelo es blanco, pero no de canas, es un rubio tan decolorado que llega a albino. En sus huesudas manos lucen enormes anillos y en las muñecas tintinean pulseras de oro a punto de quebrar sus huesos por el peso.

El otro día tuve la ocasión de verla de muy cerca, mientras compraba una revista en el quiosco de prensa y pude escuchar su voz, que era tan juvenil como afectada. En ella coexiste la contradicción, su imagen de lejos y de cerca, su voz juvenil y su edad milenaria. Todo en ella está envuelto en un halo de misterio, su extrema delgadez, su piel casi irreal, su edad indeterminada, su pelo descolorido, sus ropas tan elegantes que le tendrán que hacer a medida ya que la talla 36 le debe ir grande.

Hablando con mis hijos de tan misteriosa presencia, me echaron un jarro de agua fría sobre todas mis fantásticas deducciones. No tiene una edad milenaria, hasta es posible que seamos de la misma quinta, ya que tiene una hija de 26 años. Su hija, muy alta y delgada pero con la lozanía de los 20 años fue novia del Conde Lequio un verano(3). En este caso la realidad no superó la ficción y mi "momia" es tan solo una señora que se le ha ido la mano en el tinte y en los rayos U.V.A. y que por las noches debe ver el programa de Salsa Rosa por si sale su hija.

Lula

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(1) Amojamada, viene de mojama que según el diccionario de María Moliner tiene origen árabe ( «mušamma‘», secado) y significa Carne de atún salada y desecada, que se vende en tiras. Es especialmente buena la de Barbate (Cádiz) y la de Isla Cristina (Huelva).
(2) No vaya a decir "el profe" que dejo de lado lo catalán.
(3) Ese verano te encontrabas a los paparazzi cuando ibas a comprar el pan.