El tercero de la terna, Juan
Ávila, estaba recién salido de
las novilladas de promoción que se han celebrado
en La Plaza de toros de Las Ventas este verano, y volvía
a ésta con una novillada de garantías.
Durante su labor al tercero se le vio que este oficio
le venía grande y no tenía recursos para
torear a su oponente, ya que era un novillo para haberle
cortado las 2 orejas y estuvo tan vulgar que mejor es
olvidar su actuación, pero en el sexto, un novillo
complicado de salida y que por añadidura se le
dio una mala lidia, estuvo muy valiente con la muleta,
y si no cortó una oreja fue debido a su poco
oficio, pero valor no le faltó. El novillo, como
dije, fue complicado y a punto estuvo en varias ocasiones
de llevárselo por delante con los puñales
que tenía como defensa, lo que llevó con
ello la emoción a los tendidos ya que se veía
que la cornada podía producirse en cualquier
momento y digo, si llega a matar bien, otro gallo le
hubiera cantado.
La clase la puso Alvaro Justo, el cual
en su primero estuvo muy torero durante toda la faena
de muleta, con una torería impropia de un novillero.
Se le vio dominador de todas las suertes que ejecutó,
aunque lo importante es que basó su faena con
la mano izquierda y ligando las series, utilizando la
derecha para adornarse. Estuvo genial al principio de
la faena, la cual comenzó con un trincherazo,
un cambio de manos y un pase de pecho que muchos aficionados
poco exigentes se hubieran conformado con eso saliendo
como salió de un novillero. El novillo fue aplaudido
en el arrastre.
Su segundo era de otra catadura, como también
fue la faena que realizó. Al recibirlo de capote
le apretó y tuvo que sacárselo para afuera
para evitar que lo atropellara contra las tablas. Digamos
también que fue muy mal picado, como casi toda
la corrida, pero no quiero entrar hoy en este tema,
tiempo habrá para poner a cada uno en su sitio.
Durante la faena de muleta se vio que el novillo estaba
avisado por ambos pitones, quedándose corto en
muchos pases, lo cual tuvo que aguantar mucho hasta
hacerse con su enemigo ya que a la faena le faltó
mando. A mi corto entender creo que tenía que
haberse doblado con él al principio de la faena,
pero lo cierto es que dio la cara en todo momento y
al final se hizo con el novillo, hecho que apreció
el respetable con la concesión de la oreja.
Morenito de Aranda recibió a
su primero con unas verónicas de manos bajas
y muy ajustadas, las cuales levantaron los primeros
olés en los tendidos, pero después y durante
la faena de muleta su labor se fue diluyendo como azúcar
en agua. El novillo tenía las fuerzas justitas,
como les gustan a los toreros de hoy, que no les moleste
mucho y que tengan las máximas garantías
de triunfo, pero caramba, ellos tienen que poner algo
de su parte, y esa parte se llama torear, y eso fue
lo que no hizo Morenito, ya que estuvo durante toda
la faena perdiendo pasos entre muletazos y rematando
estos hacia afuera. Alguien tendrá que decirle
a este torero que así no se viene a Madrid. Por
el pitón izquierdo el toro tenía menos
recorrido, pero el torero demostró pocas dotes
de mando.
En el cuarto, aparte de que consiguió algunos
derechazos sueltos bajando la mano y ligar algunas series
de naturales, siempre tuvo que rectificar terrenos y
toreando “fuera de cacho” lo cual indica
que le faltó mando a su labor. Eso sí,
cuando en la enésima serie se puso en su sitio,
consiguió dar 3 naturales abrochados con el pecho
muy bonitos. Mató de una estocada caída.
Esto no hubiera tenido tanta importancia si no hubiera
venido precedido de que cuando entró a matar
no se puso en su sitio. Hubo petición minoritaria
de oreja y el presidente no la concedió.
En cuanto a los novillos diremos que dieron buen juego
en el caballo, otra cosa fue cómo ejecutaron
las suertes los picadores, salvo el quinto y el sexto
que sacaron algo de genio, los demás tuvieron
una calidad en la embestida más propia del toro
bobalicón.
Pepeillo
Más crónicas taurinas de
Pepeillo, pulsar aquí
e-mail de contacto: seccionfemenina@gmail.com
|