Volver a Página principal

Feria de otoño 2004

2-10-2004, 1ª de feria. Corrida de novillos. Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo.
Novillos de Román Sorando. Encaste Juan Pedro Domecq y Díez
Terna Jesús Martínez Barrios, “Morenito de Aranda”. Grana y plata. En su primero: estocada trasera y tendida. Nítidos aplausos. En su segundo: estocada caída. Vuelta protestada.
Alvaro Justo. Verde botella y oro. En su primero: estocada tendida. Oreja. En su segundo: estocada trasera, caída y algo atravesada. Oreja. Salió por la puerta grande.
Juan Ávila: Rosa y oro. En su primero: pinchazo y bajonazo infame. Pitos. En su segundo: Pinchazo y Bajonazo de juzgado de guardia. Silencio.
Comentarios Clase y valentía

 

El tercero de la terna, Juan Ávila, estaba recién salido de las novilladas de promoción que se han celebrado en La Plaza de toros de Las Ventas este verano, y volvía a ésta con una novillada de garantías. Durante su labor al tercero se le vio que este oficio le venía grande y no tenía recursos para torear a su oponente, ya que era un novillo para haberle cortado las 2 orejas y estuvo tan vulgar que mejor es olvidar su actuación, pero en el sexto, un novillo complicado de salida y que por añadidura se le dio una mala lidia, estuvo muy valiente con la muleta, y si no cortó una oreja fue debido a su poco oficio, pero valor no le faltó. El novillo, como dije, fue complicado y a punto estuvo en varias ocasiones de llevárselo por delante con los puñales que tenía como defensa, lo que llevó con ello la emoción a los tendidos ya que se veía que la cornada podía producirse en cualquier momento y digo, si llega a matar bien, otro gallo le hubiera cantado.


La clase la puso Alvaro Justo, el cual en su primero estuvo muy torero durante toda la faena de muleta, con una torería impropia de un novillero. Se le vio dominador de todas las suertes que ejecutó, aunque lo importante es que basó su faena con la mano izquierda y ligando las series, utilizando la derecha para adornarse. Estuvo genial al principio de la faena, la cual comenzó con un trincherazo, un cambio de manos y un pase de pecho que muchos aficionados poco exigentes se hubieran conformado con eso saliendo como salió de un novillero. El novillo fue aplaudido en el arrastre.
Su segundo era de otra catadura, como también fue la faena que realizó. Al recibirlo de capote le apretó y tuvo que sacárselo para afuera para evitar que lo atropellara contra las tablas. Digamos también que fue muy mal picado, como casi toda la corrida, pero no quiero entrar hoy en este tema, tiempo habrá para poner a cada uno en su sitio.
Durante la faena de muleta se vio que el novillo estaba avisado por ambos pitones, quedándose corto en muchos pases, lo cual tuvo que aguantar mucho hasta hacerse con su enemigo ya que a la faena le faltó mando. A mi corto entender creo que tenía que haberse doblado con él al principio de la faena, pero lo cierto es que dio la cara en todo momento y al final se hizo con el novillo, hecho que apreció el respetable con la concesión de la oreja.


Morenito de Aranda recibió a su primero con unas verónicas de manos bajas y muy ajustadas, las cuales levantaron los primeros olés en los tendidos, pero después y durante la faena de muleta su labor se fue diluyendo como azúcar en agua. El novillo tenía las fuerzas justitas, como les gustan a los toreros de hoy, que no les moleste mucho y que tengan las máximas garantías de triunfo, pero caramba, ellos tienen que poner algo de su parte, y esa parte se llama torear, y eso fue lo que no hizo Morenito, ya que estuvo durante toda la faena perdiendo pasos entre muletazos y rematando estos hacia afuera. Alguien tendrá que decirle a este torero que así no se viene a Madrid. Por el pitón izquierdo el toro tenía menos recorrido, pero el torero demostró pocas dotes de mando.
En el cuarto, aparte de que consiguió algunos derechazos sueltos bajando la mano y ligar algunas series de naturales, siempre tuvo que rectificar terrenos y toreando “fuera de cacho” lo cual indica que le faltó mando a su labor. Eso sí, cuando en la enésima serie se puso en su sitio, consiguió dar 3 naturales abrochados con el pecho muy bonitos. Mató de una estocada caída. Esto no hubiera tenido tanta importancia si no hubiera venido precedido de que cuando entró a matar no se puso en su sitio. Hubo petición minoritaria de oreja y el presidente no la concedió.


En cuanto a los novillos diremos que dieron buen juego en el caballo, otra cosa fue cómo ejecutaron las suertes los picadores, salvo el quinto y el sexto que sacaron algo de genio, los demás tuvieron una calidad en la embestida más propia del toro bobalicón.

Pepeillo

Más crónicas taurinas de Pepeillo, pulsar aquí
e-mail de contacto: seccionfemenina@gmail.com

 

Volver a Página principal