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San Isidro 2004

17ª de feria. Corrida de novillos (Se ha celebrado el domingo 6-06-2004 la novillada que quedó suspendida por motivo de la lluvia el día 24-5-2004)
Toros 5 Toros de El Ventorrillo. Encaste: Juan Pedro Domecq Solís.
1 Alejandro Vázquez. Encaste: Nuñez
Terna Miguel Angel Perera. De añil y oro. Estocada baja. Dos Orejas. Sale a hombros por la Puerta Grande. Estocada desprendida. Oreja.
Morenito de Aranda”. Verde aguamarina y plata. Estocada. Aplausos. Pinchazo hondo contrario. Vuelta al ruedo por su cuenta.
Ismael López. Crema y oro. Delantera perpendicular. Petición minoritaria. Media perpendicular y atravesada. Aviso con retraso.
Presidente  
Comentarios A Yolanda F.

 

Una de las primeras voces disonantes que salió de la grada fue: "Lamarca, vete ya". “Qué pesados y atrevidos son esos plebeyos de sol, llevan toda la feria con la misma canción, decía uno del clavel. Claro, como no tienen ni idea de esto, pues tratan de llamar la atención como sea, respondía otro.
Al final de la novillada se despiden con un fuerte apretón de manos, con un “hasta el año que viene, porque a la feria de otoño no suelen venir, apurando el último trago de whisky. “Estos son estos aficionados del clavel.

El primer novillo era un ejemplar típico de la casa Paco Medina, precioso de lámina y hechuras y de dulce embestida, vamos, que recuerda a los productos del salmantino D. Francisco Galache, cuyos toros fueron calificados de la “dulce embestida.
Miguel Angel Perera
recibe de capotea su primero, pero no se acopla con la embestida clara del burel, solo se le anota una verónica sin que el novillo le toque el engaño y cargando la suerte. Muchos capotazos le recetan al animal, pero este aguanta todo lo que le echen, eso un animal encastado no lo hubiera permitido, pero estos novillos son los soñados por cualquier novillero. En la segunda vara lo despachan con un picotazo trasero, pierde las manos, pero no importa, aguanta, y prueba de ello es que con la muleta es un manantial embistiendo. Al torero se le vio con mucho sitio y aprovechó la calidad y nobleza del novillo por ambos pitones. Hubo muletazos de manos bajas y reposadas, destacando una serie de redondos y tres naturales largos y hondos. Mata de estocada al rincón de Ordóñez y el presidente, Sr. Lamarca, le concede las dos orejas. Qué desprendido es este presidente, cómo se nota que no le cuesta lo que da. Lo que no sé es si recibe algo por estos regalos.
El novillo fue aplaudido en el arrastre.
En el quinto, se vio en el torero la misma disposición y ganas de triunfo que en su anterior novillo. En la primera vara entra al caballo con mucha codicia, pero la segunda no existió. La faena la comienza con un pase cambiado, ya que es muy vistoso y gusta mucho al público.
Con la muleta en la izquierda tiene buenos detalles, coge el estaquillador por su sitio y cita adelantando la muleta y así da una serie muy buena, tirando del novillo.
Entra a matar con decisión y cobra una estocada desprendida, por lo que le conceden una oreja.

Morenito de Aranda recibe a su primero con unas verónicas muy templadas bajando las manos y un bonito remate. Pone al toro en suerte de lejos y este se arranca, y sorpresa, el piquero no le tapa la salida y el novillo empuja con codicia.
En el quite torea a la verónica con las manos bajas, me gusta esa disposición de torear de capote, es una cualidad que me ha gustado de este torero, pero el novillo acusa el castigo recibido en el caballo.
En la segunda vara el novillo mansea y acordándose del castigo tardea en acudir al caballo, y tienen que cambiarle los terrenos.
Con la muleta no tiene mucho recorrido, y esto unido a que el torero no tira de él, sufre enganchones en muchos de los pases ejecutados.
La muñeca, ese giro de muñeca que hace que los remates de los pases sean limpios y vistosos. No debe ser fácil el giro de muñeca, y eso fue lo que noté en este torero, que tiene que engrasarla para que no se agarrote en el remate. No hay transmisión en la faena, por lo que trata de sacar el máximo partido al novillo, pero lo que consigue es ahogarle la embestida, perdiendo con ello toda lucidez la faena.
Mata de una estocada arriba y recibe con ello aplausos.
En el quinto de la tarde, lo toca con suavidad pero el novillo tiene las fuerzas justas, pero el coleta da unos redondos muy templados. Con la izquierda, la mano con la que se ganan los cortijos, no se acopla a la embestida del astado. Da la impresión de que al torero le gusta más el pitón derecho, pero el novillo se queda sin recorrido.
Acaba la faena con unos pases por bajos muy toreros y mata de un pinchazo hondo contrario. Da la vuelta al ruedo por su cuenta.

El novillero Ismael López me recordó a Palomo Linares, cada uno en su sitio por supuesto, contornea mucho la cintura cuando ejecuta los pases.
A su primer novillo se le dieron dos picotazos, ya el novillo tenía las fuerzas justas.
Hay que destacar dos pares de banderillas a cargo de Raúl Ruiz.
Con la muleta se le ve muy acelerado y con la forma de torear comentada remata los pases hacia fuera en vez de a la cadera. Con la izquierda comete los errores que ha impuesto el toreo moderno, perdiéndole pasos al novillo en cada pase. Concluyendo, se le ve muy poco puesto. Mata de estocada delantera perpendicular, y recibe con ello aplausos.
El novillo que se corrió en sexto lugar de Alejandro Vázquez, era de otra catadura a los anteriores, no se empleó en el caballo y fue muy mal picado. Con las banderillas Gimeno Mora está muy profesional ante las complicaciones que presentaba el astado, ya que embiste a arreones poniendo en aprietos a la cuadrilla y al torero, pero los toros son así, unos de una catadura y otros de otra, lo que no se puede admitir es el toro bobo. Si sale complicado, pues se le da la lidia adecuada y en paz, pero al parecer eso hoy es salirse del guión, y tanto los novilleros como los toreros deben traer en su mente la faena construida, supongo que con el toro soñado, el que tiene doscientos pases y una bondad infinita, con el recorrido suficiente que no haga falta tirar del animal. Seguramente si fuera torero pensaría lo mismo, pero como no lo soy, tengo que escribir lo que he visto y a veces meterme en la piel del torero para tratar de justificar lo injustificable, eso es lo que he hecho ahora. Claro, cuando un toro no tiene doscientos pases y cuando no se tira de la muleta y se producen enganchones, va y se raja, y eso ya no estaba en el guión.
Ante este novillo, Ismael López estuvo muy nervioso, pero por lo menos estuvo e intentó hacer las cosas ante un complicado animal. Mata de media perpendicular y atravesada, y tres descabellos.

Pepeillo

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