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San Isidro 2004

28ª de feria. Corrida de toros
Toros Adolfo Martín: Encaste Saltillo y Santa Coloma.
Terna Pepín Liria. Rosa y Oro. Estocada muy baja. Media sin soltar, dos pinchazos y estocada desprendida.
Luis Miguel Encabo. Rosa y Oro. Estocada tendida y trasera, y dos descabellos. Bajonazo y estocada trasera.
Javier Valverde. Grana y oro. Estocada muy baja. Estocada trasera.
Presidente  
Comentarios Casta torera

 

El toreo moderno ha traído estas cosas, toros de determinadas condiciones para que los toreros puedan hacer faenas largas, aburridas y sin mínima exposición al peligro, faenas interminables, aburridas y repetitivas; pero cuando sale el toro con casta se acaba con todo esto de un plumazo, o toreas y le puedes a tu enemigo, o al menor descuido te manda a la enfermería.
Ayer ocurrió esto, dos toreros se descuidaron durante el transcurso de sus faenas y se produjeron las cogidas. En estos toros hay un fenómeno natural que no se da en los toros artistas (esos que inundan las arenas de las plazas de nuestra España taurina, para que los coletudos figurones, que sirven de inspiración a los gacetilleros de la prensa rosa, hagan “sus faenas”, tanto al toro como al aficionado), y como consecuencia de ello hay que hacerles las cosas muy bien y estar muy puesto en el oficio para ganarles la batalla. Estas son las corridas que se montan en cualquier feria de postín como complemento a las que celebran para las figuras, tanto de toreros como de toros. Las primeras se reservan a los gladiadores de turno que se han encargado de crear para tales actos y que se tienen que conformar con el ganado duro, encastado y peligroso, y encima estar agradecidos. ¿Qué les recuerda esto?.

Pepín Liria ha venido una tarde a la feria, como Ponce, pero hay unas diferencias. Liria no ha tenido la posibilidad de elegir ganadería, viene a jugarse el todo por el todo con una corrida dura, no tiene las corridas de la temporada firmadas desde enero, y no ha tenido la necesidad de inventarse un toro porque ya lo tenía en el ruedo y lo único que tenía que hacer era torear, y mucho, porque si no, ocurre lo que ocurrió.
Hay que descubrirse ante Pepín Liria y Encabo porque, después de sufrir sendas cornadas, tuvieron la casta y la honradez de terminar con sus enemigos y es aquí donde debían reflejarse los toreros en ciernes y no precisamente en los trucos y ventajas que emplean las figuras.
Liria vino con muchas ganas, y le gustó más el pitón izquierdo de su primer toro, muestra de ello es que comenzó la faena por naturales; pero estos toros hay que hacerles las cosas muy bien y en breve, porque según iba avanzando la faena las complicaciones del astado aumentaban y en un descuido del toreo lo coge sin consecuencias.
En el cuarto, salió Pepín a por todas y dio dos verónicas y una media de mucho empaque. El toro mostraba una embestida clara y humillaba por ambos pitones, y el torero dio dos series buenas de redondos. Con la izquierda no se cruzó y abusó del pico, y a la salida de un pase de pecho quedó al descubierto y el toro lo cogió, y aunque quedó herido termina con él de tres pinchazos y media estocada desprendida. ¡Bravo Pepín!


El primero de Encabo blandea de salida mostrando bondad en la embestida y el torero no se acopla, toreando fuera de cacho y con las ventajas innatas de él. ¡Qué pena Encabo!. Por el pitón izquierdo se le queda corto, lo intenta el torero, pero ya no hay solución, el toro estaba avisado. Es el problema de los toros encastados.
En el quinto, lo recibe con unos buenos muletazos y con la muleta lo cita de lejos y al segundo redondo le levanta los pies del suelo y se lo echa a los lomos y le clava el pitón en la pierna derecha de la cual sangra. Encabo sigue toreando, pero por el pitón izquierdo el toro no tiene recorrido; a pesar de todo da dos naturales muy lentos. ¡Así se hace Encabo!

El primer toro de Valverde está muy limitado de fuerzas y es protestado, pero el presidente decide mantenerlo en el ruedo. El toro no se emplea en el caballo, no obstante derriba al caballo más por poca habilidad del piquero que por empuje del astado.
Con la muleta no hubo color, el toro no tuvo codicia y tuvo un comportamiento soso y de poca transmisión, y el torero le ahoga la embestida y hace uso del pico. En resumen, de torear nada, pero hacer uso de las “posturitas” después de cerrar una serie es el recurso que tienen estos toreros modernos ante estas situaciones con el fin de arrancar los aplausos del público festivalero. A la hora de matar se tira a los bajos por convicción, creando con ello división de opiniones.
La faena al quinto estuvo llena de altibajos. Al principio de faena da una buena serie de redondos, sigue a continuación con unas series mejores que otras. Con la izquierda no se acopla, es lo más natural, ya que a los toros encastados hay que adelantarles la muleta y llevarlos muy toreados, pero Valverde no está por la labor.

Como supongo que detrás de cada “figura” del toreo hay un equipo que se encarga de llevar las riendas de sus toreros, debían crear la figura del “indicador” para que les indiquen a sus toreros, en el caso de que se vean en la situación de lidiar un toro encastado, que las faenas no sobrepasen los cincos minutos. Es importante este detalle.

 

Pepeillo

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