San Isidro 2005
23ª Corrida de feria, 2-6-2005, Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. | |
Toros | Toros de Adolfo Martín. Bien presentados. Encaste: Albaserrada. |
Terna | Luis Francisco Esplá:
Amaranto y azul. Casi entera. Tímidos pitos. Estocada
habilidosa. Bronca. Pepín Liria: Grana y oro. Dos Pinchazos y descabello. División de opiniones. El toro aplaudido en el arrastre. Metisaca. Casi entera y descabello. Tímidos pitos. Fernando Robleño: Azul y oro. Estocada desprendida. Pitos. Aplausos al toro en el arrastre y petición de vuelta al ruedo. Metisaca infame, pinchazo y bajonazo de retirada de carnet. Silencio. |
Presidente | D. Manuel Muñoz Infante. |
Comentarios | Toros y toreros |
A Esplá se le vio apático y en su primero, al que no banderilleó, un toro escaso de fuerzas que lo mantuvo en pie la casta que tenía, estuvo desconfiado y no hacía nada más que bailar en la cara del toro. Durante la lidia, le perdió la cara a su enemigo y estuvo a punto de producirse una cogida, menos mal que anduvo listo. Nada más matar a su primero se marchó a la enfermería y apareció para lidiar el cuarto. Ante las embestidas inciertas y complicadas de éste, estuvo desconfiado y toreó con la muleta retrasada. Según supimos después, toreó con un problema muscular. ¿Para qué vino si no estaba en condiciones? Era una apuesta arriesgada ya que él conoce mejor que nadie que la afición de Las Ventas espera mucho de él. Pepín Liria
estuvo muy digno en su primero y tuvo momentos inspirados.
Comenzó con unos pases por bajo y llevó
a cabo una serie de redondos y unos cambios de manos
muy toreros. Después el toro se fue apagando
y había que tirar mucho de él para que
los muletazos tuvieran hondura y a Pepín se le
había ido la inspiración. Fernando Robleño
fue la decepción de la tarde. Un torero con valor,
juventud y con ganas no se puede dejar ir esta oportunidad.
Por lo menos tenía que haber demostrado estar
a la altura de las circunstancias. Le faltaron ganas,
dio la impresión de estar de convidado de piedra
y que ya tenía hecha la carrera. Al finalizar el festejo, se le obligó
a saludar desde el ruedo al mayoral de la ganadería,
premio que considero excesivo para el comportamiento
que tuvieron los toros. Más crónicas taurinas de
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