San Isidro 2005
| 5ª Corrida de feria, 15-5-2005, Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. | |
| Toros | Primero: José 
                        Miguel Arroyo “Joselito”. Encaste: 
                        Juan Pedro Domecq, Torres y Torrestrella y D. Carlos Núñez. Segundo, tercero y cuarto: Enrique Martín Arranz: Encaste: Juan Pedro Domecq, Torrestrella y D. Carlos Núñez. Quinto y sexto: De Sorando: Nuñez y Domecq vía Las Ramblas y sementales de origen Domecq de diversas procedencias.  | 
                    
| Terna | Julián López “El 
                        Juli”: De grana y oro. Pinchazo y estocada 
                        trasera y perpendicular. Silencio. Estocada habilidosa. 
                        Silencio. César Jiménez: Azul verdoso. Estocada baja. Aviso. Estocada perpendicular y trasera. Tímidos aplausos. Matías Tejela: De azul añil y oro. Metisaca en los bajos, pinchazo sin soltar y bajonazo y atravesada. Estocada habilidosa.  | 
                    
| Presidente | D. Manuel Muñoz Infante. | 
| Comentarios | A Madrid se viene con toros | 
|   Tarde de “No hay billetes”. Se llenaron hasta los altos del tendido 5, pero San Isidro fue benévolo con el público de sol y entoldó el cielo para que todos disfrutáramos de sombra. Lo que no estaba en sus manos fue traer un ganado en condiciones, aunque me consta que lo intentó, pero estaba por medio la mano negra. Por alusiones, ayer volvió a sacar la cabeza el aficionado madrileño. A Madrid se viene con toros, le gritaban desde los tendidos a la terna. Qué mano negra habrá dentro del mundo taurino que donde toca lo vuelve estéril. Joselito entró en trance negativo cuando le tocaron sus dedos, cuando todavía tenía mucho que decir en el toreo. José Tomás, otro tanto de lo mismo y César Jiménez está por ver. Por lo que se vio ayer, no había detalle que el azar pudiera prever. Todo estaba “atao” y bien “atao”, los toros de la misma procedencia y elegidos a capricho para que todo saliera a pedir de boca. El primero, un gato, de hecho hasta sus maullidos se escuchaban por el tendido. Comenzó a buscar la salida en cuanto pisó el ruedo venteño y comenzaron a darle capotazos a diestro y siniestro, pero el animal se los tragaba todos. Así tiene que ser un toro de lidia moderno, elegido para que pueda aguantar 300 pases y dé menos problemas que el carretón, y si no es así, al matadero. La faena de Jiménez fue de más a menos, y claro, el toro acabó rajándose, creo que por aburrimiento, eso sí, en cuanto le bajaba la mano el toro lo acusaba porque no estaba preparado para ello. El segundo de su lote por lo menos parecía un toro. Bien “armao” pero llegó a la muleta con complicaciones y aunque el torero lo intentó acabó utilizando las mismas ventajas que impone el toreo moderno, metiendo el pico y toreando al hilo del pitón con la muleta retrasada. Como pueden comprobar no se olvidó de ninguna artimaña. Y como decían por la grada: ¡Tardar dos temporadas en venir a Madrid para que el torero estuviera rodado, para esto!.  El Juli llegó 
                          a Madrid como lo que es, “una figurita”, 
                          y a mi parecer ha perdido ese punto de “castita” 
                          y de temple en su muleta que hacía que todos 
                          los toros le valieran, ojo que nadie se me despiste: 
                          los toros elegidos por sus mentores, por supuesto, que 
                          le han hecho estar donde está. Este torero me 
                          da la impresión que está cansado de pisar 
                          plazas y no le vendría mal un reposo taurino 
                          y si decide volver, que recuerde que hay aficionados 
                          a los que le gustaría verlo con toros, porque 
                          facultades para ello tiene.   Matías Tejela 
                          estuvo en pegapases, que por esas plazas le debe ir 
                          muy bien, lo cual yo me alegro por muchos motivos, pero 
                          en Madrid, o se torea o se deja uno de cuentos chinos. 
                          Vino pegando pases y se fue pegando pases, sin cruzarse, 
                          pero lo que digo, torear, nada de nada. Un mensaje. 
                          Torero, eres muy joven y debías replantearte 
                          tu forma de actuar. Más crónicas taurinas de 
                          Pepeillo, pulsar aquí 
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