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San Isidro 2006

22-5-2006 Corrida de toros. Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo.
Toros Alcurrucén. Encaste: Carlos Núñez. 2º devuelto, se corrió un sobrero de Ana Mª Bohórquez
Terna César Rincón : De azul y oro. Estocada caída, tendida y atravesada. Silencio. Estocada baja perdiendo la muleta. Aplausos.
Julián López "El Juli":
De Verde y oro. Estocada trasera de bonita ejecución. Oreja. Estocada trasera. Aplausos.
Manuel Jesús "El Cid": De azul y oro. Pinchazo saliéndose de la suerte y estocada desprendida. Oreja. Estocada atravesada, algo trasera y descabello. Oreja.
Presidente D. Trinidad López Pastor.
Comentarios Cada uno en su sitio.

 

No hay ninguna duda de que el aficionado salió toreando ayer de la plaza, pero también hubo algunos detalles que sería injusto que quedaran en el tintero, como fue el quite que hizo El Boni al tercero de la tarde cuando éste campaba por sus respetos sin fijeza y no permitía la colocación de los picadores. Llegó el torero, metió el capote y se llevó al toro toreando a una mano desde el tendido 3 hasta el 7. Hacía tiempo que no veía correr a un toro de esta manera como lo hizo este torero.

El Juli por fin convenció en Madrid y la oreja que cortó no fue protestada, aunque sí hubo un poco de confusión por el error cometido por el alguacilillo de no ejecutar en el ruedo la orden del presidente de conceder la oreja al torero, permitiendo que el toro fuera arrastrado al desolladero con las dos orejas en su sitio. Como decía, El Juli cortó una oreja y lo que no se puede negar es la evidencia, el torero hizo lo que sabe hacer. Es de sobra conocido que es un coleta de una técnica depurada y de gran temple, y su toreo es muy variado, pero no fue dotado en su día por la varita del arte. Su faena al segundo de la tarde, un sobrero de Ana Mª Bohórquez , que al decir de algunos se toreaba solo, estuvo llena de temple y ligazón, llevando en los naturales la muleta muy baja, arrastrándola por el albero. Fueron muletazos largos, casi dormidos. En su contra decir que toreara " p'fuera " en vez de " p'dentro " y no se cruzó en ningún momento. En su segundo, el toro no valía para nada, pese a eso el torero no encontró el punto para acoplarse a su enemigo, volviendo a ser El Juli inseguro de otras tardes.

El Cid , por su parte, se echó la muleta a la izquierda al comienzo de la faena y la faena fue de menos a más, teniendo ligazón y mucho temple, pero en las primeras series toreó sin cruzarse y metiendo el pico, vaciando fuera las embestidas. En redondos templó mucho llevando al toro muy toreado, pero con un poco de ventaja. Según iba transcurriendo la faena, la sintonía entre público y torero era mayor, hasta que al final de la faena tembló la plaza con dos naturales hondos y un pase de pecho fantástico. Al fallar con la espada, hecho que sigue siendo su debilidad, le privó de cortar las dos orejas. Pero salió el sexto de la tarde, un toro manso y peligroso, pero el torero no se arrugó, salió dispuesto a todo y estuvo valiente, decidido y a no dejarse ganar la partida por su enemigo. El toro medía, sabía lo que dejaba atrás, pero el torero no dudó en ningún momento. Al natural fue una pelea entre toro y torero, hasta conseguir llevar la emoción a los tendidos.

A César Rincón le tocó el peor lote. En su primero estuvo muy digno ante un manso que no quería pelea. El toro demostró sus condiciones desde que salió por la puerta de chiqueros y se lo tuvieron que llevar a querencias para que entrase por segunda vez al caballo. Al primer muletazo se le coló, menos mal que el torero estuvo muy pendiente y no se dejó sorprender. El toro medía mucho al torero, pero éste intentó someterlo en redondos, pero el toro, de mala catadura no se merecía otra cosa. El torero no obstante estuvo muy digno. A su segundo lo recibió con unas verónicas que levantó los olés de la plaza, poniéndolo en suerte con mucha clase torera, a lo que correspondió el picador Luis Carlos Pedrosa toreando a caballo. Qué pena que el toro manseara y no acudiera al caballo con la alegría que el picador se merecía, haciéndolo al hilo de las tablas. En la faena de muleta lo citó desde la boca de riego, pero al segundo muletazo se pudo comprobar que el toro no tenía ninguna clase, embestía con la cara alta y no tenía recorrido.

Pepeillo

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