A Rocío

Este era el único concepto taurino que se le ocurrió criticar a un espectador calenturiento que nos tocó al lado en la tarde de ayer, menos mal que sus críticas, instaladas en el vocerío soez, iban como las malas faenas, de más a menos y al final, el hombre ya un poco aburrido o quizás decepcionado, cogió su hato y se marchó de su localidad. Le deseamos la misma paz que había dejado a nuestro alrededor.

Pero el concepto del torero que requerían los novillos de Bucaré, muy bien presentados y en el tipo de Santa Coloma, no consistía en arrimarse cuando lo requería el vociferante espectador, sino que sencillamente necesitaban toreros que los toreasen y eso fue precisamente lo que no hicieron ¡Que estuvieron valientes!, sin duda, fue la tarde de las portagayolas. Hasta cuatro veces se desplazaron los toreros hasta la primera raya de picadores de chiqueros, y una vez allí colocarse de hinojos como si fueran a implorar a algún santo, desplegar el capote con parsimonia torera y dar la orden al "chulo de toriles" para que abriera el portón de chiqueros. Pero en esta plaza este tipo de valentías se suelen interpretar mal, o dicho de esta forma, no suelen valorarse. Menos Raúl Cuadrado, que no realizó este tipo de suerte, los otros dos coletas, lo hicieron en sus dos enemigos. Después, cuando hubo que torear, cada uno desplegó sus sentimientos por donde pudo. El caso es que los espectadores asistentes se fueron de vacio y no pudieron exteriorizar los suyos, aunque se quedaron con las ganas.

Medhin Savalli , torero de origen marroquí, basó sus dos faenas en bullir con sus dos enemigos, que más que esto fueron amigos, porque le ofrecieron dos oportunidades de oro para haberles dado a la afición de Madrid una satisfacción, pero ni por esas, estuvo vulgar, rayando la comicidad, y por lo que se vio, con gran desconocimiento de la lidia. El público asistente lo trató con respeto, ya que en el pecado llevaba la penitencia. Por su parte, Israel Lancho , un torero espigado, le tocó en suerte un novillo que repetía, desplazándose de largo por ambos pitones, vamos, lo que soñaría cualquier torero que se precie de serlo, pero, tanto en redondos como al natural no pudo con el burel, faltándole mando y colocación. En su segundo y en inferioridad física debido a problemas con un tobillo, se vio desbordado en todo momento y llegó a desarmarlo en tres ocasiones, eso sí, el torero demostró mucho pundonor por el cual casi le cuesta un disgusto, en fin, una pena.

Raúl cuadrado fue el único que toreó de capote, dando dos verónicas templadas rematadas con un revolera. Pero tuvo la mala suerte de llevar en su cuadrilla a un piquero que respondía al nombre de Benjamín Iglesias que le destrozó el novillo. Un toro que hizo una pelea digna en varas acudiendo de largo, restándole con esto al torero cualquier posibilidad de triunfo. Después, supongo, que tendría que pagarle por su trabajo. ¡Incomprensible!. En su segundo tuvo mas problemas y estos comenzaron porque no pudo con su enemigo con el capote. Decía un buen aficionado que los "Santacolomas" "tienen el problema que les hace pensar y a muchos correr". Toreó con muchas precauciones, utilizando para ello todas las ventajas habidas y por haber propias de los toreros ventajistas.

Por último destacar una buena puya de José Ramón Bejerano "El avispa hijo " al primer novillo de la tarde y. un par de banderillas de José María Santos, "Gallito ", al quinto de la tarde.

Pepeillo

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