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San Isidro 2006

13-5-2006 Corrida de toros. Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo.
Toros De Arauz de Robles . Encaste: Santa Coloma-Saltillo.
Terna Manuel Amador : De azul y plata. Tres pinchazos y bajonazo infame. Bronca. Dos pinchazos, un descabello, aviso y dos descabellos. Bronca.
Luis Antonio Gaspar "Paulita":
De rosa y oro. Bajonazo, siendo atropellado. Bronca. Pinchazo hondo y atravesado. Silencio.
Fernando Cruz:
De blanco con remates negro. Estocada trasera, tirándose a ley. Oreja. Pinchazo sin soltar, estocada trasera. Aplausos.
Presidente Preside la corrida D. Julio Martínez Moreno.
Comentarios Oreja de ley

 

Visto el ganado que presentó el ganadero, de cuyo nombre no quiero acordarme, no estaría mal que especulemos un poco de lo que fue y de lo que pudo ser. La corrida fue una mansada en toda regla, con la agravante de que fue de más a menos, ya que el primero, aunque manseó con el caballo, en manos de otro torero es posible que nos hubiésemos explicado de otra forma. El segundo se dejó pegar en el caballo pero tuvo una embestida bronca. El resto, el único camino que se merecía era el del matadero, y no ofrecerle el honor de salir por la puerta de chiqueros de esta plaza, o de cualquier otra, ni tener a 26.000 espectadores presentes y no sé cuántos millones a través de la televisión, expectantes, para comprobar luego de lo que eran capaces. El ganadero creo que confundió la corrida y llevó otra en lugar de ésta al matadero, o se la vendió al empresario a precio de carne, y si cuela, eso que se ahorraba. ¡Será por dinero!.

El único torero que vino a torear y que toreó fue Fernando Cruz. Toreó con la verdad por delante, sacándole a un toro manso y peligroso lo que no tenía, y haciéndole pasar por donde quería el torero y no quería el toro. Eso es mandar. Lo de parar y templar, eso quedaba para otras ocasiones. Con un segundo toro, casi de la misma catadura, volvió a demostrar que tiene unas enormes ganas de ser torero.

Paulita se encontró en su primero, segundo de la tarde, un toro complicado y que tenía mucho que lidiar, pero el torero entendió que la faena consistía en dar pases.. Su segundo fue un morucho de alta nota, que no se empleó en el caballo y que con la muleta volvió a marcar el camino que debía haber seguido junto a sus hermanos de camada.

Se preguntarán, ¿qué pasó con Manuel Amador?, si se vistió de torero o no. ¡Ah!, pero, ¿se vistió de torero M. Amador?. Y otra pregunta. ¿Estuvo en la plaza?. En su primero no sé si demostró miedo o precaución, o ambas cosas a la vez. El toro desde luego no demostró nada bueno, pero el torero tampoco lo intentó, poniendo en duda su propia honradez. Con su segundo, un manso "pregonao" que intentó escapar a la dehesa con tres saltos fallidos de la barrera, tenía una embestida incierta, y el torero pensó que él no había ido a la plaza a exponer su integridad física ante un burel de esa catadura. Tampoco preguntó a los asistentes si querían que le devolvieran el dinero de sus localidades.

 

Pepeillo

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