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San Isidro 2006

14-5-2006 Corrida de toros. Plaza de toros de: Las Ventas del Espíritu Santo.
Toros 1º, 2º, 3º, 4º y 6º de Carriquiri . Encaste: Núñez. 5º de Escribano Martín . Encaste: Martín Lorca.
Terna Víctor Puerto : De rosa y oro con remates blancos. Bajonazo infame. Bronca. Estocada algo trasera. Silencio.
Antonio Ferrera:
De grana y oro. Estocada delantera y desprendida. Pitos. El toro aplaudido en el arrastre. Estocada hasta los gavilanes, saliendo trompicado. Oreja.
Iván García: De rojo sangre y oro. Pinchazo sin soltar, estocada baja, aviso. Silencio. Estocada atravesada saliéndose de la suerte. Silencio.
Presidente Preside la corrida D. Trinidad López Pastor.
Comentarios ¿Torero de Madrid?

 

Víctor Puerto demostró ayer, como lo ha hecho en otras ocasiones, que no quiere ser torero de Madrid. Para intentarlo hay que salir a la plaza a comerse lo que salga por chiqueros, pero ha sido siempre un torero que no ha aceptado las críticas de los aficionados, llegando en algunos casos hasta la provocación desde el ruedo, sin querer reconocer que el público es el que paga y siempre tiene razón. Su primero, un toro descastado y escaso de fuerzas que no rodó por la arena porque no se empleó en la pelea, lo toreó con la muleta retrasada y con muchas ventajas, sin llegar a emplearse el torero tampoco. Su segundo, escaso de fuerzas también, lo picaron con mucho mimo, pero a la hora de torear tiró de repertorio ventajista, y eso, el aficionado de Madrid, lo valora mucho. Dio la impresión de que no vale ningún toro.

A Antonio Ferrera le tocó en suerte un segundo toro que flojeó de salida, pero en banderillas se vino arriba, pero torero estuvo muy acelerado. Repito, las prisas no son buenas consejeras. Despues de poner toda su voluntad con el fin de agradar, el público aplaude al toro en el arrastre y al torero le dedica unos tímidos pitos. En su segundo, y con el amor propio herido, lidió un sobrero de Escribano Martín , el cual hizo cosas feas de salida, pero el torero aguantó con torería las embestidas inciertas del astado. Con el caballo demostró su condición de manso y con las banderillas estuvo muy valiente, pero con la muleta demostró de nuevo que no está tocado por la varita del arte, pero intentó suplir sus carencias con voluntad.

El primero de Iván García fue un toro sin fijeza. En la primera vara marró el picador y dio con su cuerpo en tierra, con la suerte que cayó al lado contrario de donde se encontraba el toro. Después de la costalada tuvo que dar gracias a no sé quien de salir ileso de la caída. Con las banderillas, el único par que colocó asomándose al balcón fue el tercero, y ya con la muleta más que torear, "destoreó", estuvo siempre fuera de cacho y no se acopló a su enemigo. A su segundo lo recibió con unos capotazos un poco acelerados pero ganándole terreno, hecho éste que brilla por su ausencia en las plazas de toros. Con el capote tropezó en la cara del toro, y también se le apareció la "Providencia" que lo sacó del embrollo tal y como llegó. Con la muleta, tanto toro y torero demostraron una sosería que, después de dos horas y media de corrida, hizo que el público pidiera la hora.

 

Pepeillo

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