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San Isidro 2006

17-5-2006 Corrida de toros. Plaza de toros de: Las Ventas del Espíritu Santo.
Toros 1º de La Palmosilla. 2º, 3º y 6º de Núñez del Cubillo. Encaste: José Luis Osborne y Juan Pedro Domecq. 4º, sobrero de Las Ramblas y 5º sobrero de González Sánchez-Dalp.
Terna César Rincón : De grana y oro. Estocada habilidosa. Silencio. Estocada tendida, se echa el toro Tímidos pitos.
Morante de la Puebla:
De blanco y plata con remates negros. Estocada caída. Silencio. Seis pinchazos y un descabello. Bronca.
Serafín Marín: De verde y oro con remates blancos. Dos pinchazos, se echa el toro y lo tiene que apuntillar el puntillero sin haberlo estoqueado el matador. Silencio. Estocada caída. Petición de oreja. Vuelta.
Presidente Preside la corrida D. Julio Martínez Moreno.
Comentarios Oportunidad perdida II

 

Se comentaba antes del comienzo del festejo que el día anterior el ganadero había presentado una corrida completa y sólo pasaron el reconocimiento dos ejemplares. Volvió a presentar más toros y, al final, la corrida tuvo que ser remendada con un toro de La Palmosilla . ¿Qué será que siempre que se dejan caer por Las Ventas las figuras hay movida de corrales?. Y en algunas ocasiones que ha habido cambio de ganado se han caído del cartel.

Si lo que salió por chiqueros fue lo visto, ¿qué sería lo que se rechazó?. ¿La aptitud en la plaza de Morante de la Puebla fue como venganza al rechazo de los toros que sus veedores le habían elegido? ¿Cómo es que este torero catalogado como figura, torero de duende, embrujo, al cual algunos afamados periodistas le dedican "elegías" nada más abrirse de capote no intentó ayer, digo intentarlo sólo, cumplir con su obligación, que es torear, y no engañar al respetable como lo hizo, inhibiéndose totalmente de su deber en el quinto de la tarde? ¡Vergonzoso, Morante !. Si no está Ud. preparado mentalmente para torear ya sabe lo que tiene que hacer, cualquier cosa menos caer en la deshonra torera que nos hizo ver.

César Rincón demostró una apatía indigna de cualquier torero. Estuvo sin sitio, y en su primero, si su enemigo no se entregó en la pelea y embestía con la cara alta, él tampoco, y no intentó tan siquiera corregirle los defectos. Muletazos fuera de cacho fue la tónica que empleó durante la lidia de su segundo toro, un ejemplar de Las Ramblas. Ayer demostró a las claras que vino a Madrid a recoger beneficios.

El primero de Serafín Marín fue un toro sin trapío pero con más movilidad que los anteriores, y el torero de Moncada le dio tres medias verónicas muy ajustadas al recibirlo de capote. Al banderillero César Pérez le obligó el público a desmonterarse al clavar dos buenos pares de banderillas. En la faena de muleta se encontró con un enemigo que le costaba entrar al engaño, no obstante, lo poco que pudo sacarle lo hizo adelantándole la muleta y toreando con mucho temple. Su segundo, una raspa impresentable, que blandeó antes de entrar al caballo, reservó las únicas fuerzas que tenía para la muleta, durante la cual el torero construyó la faena sobre la mano derecha consiguiendo algunas series con mucho temple. Con la mano izquierda no se acopló. En una palabra, le sacó al toro más de lo que tenía

Pepeillo

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