Terminator

La cuenta de resultados es lo más sagrado para una empresa, todo lo que pueda mancillarla y ponerla en entredicho hay que amputarlo. Cuando empieza a perder lustre, normalmente se contrata a un financiero para salir de la situación y este señor economista empieza por lo más fácil para que le cuadren las cuentas: disminuir los gastos. Hay muchos tipos de gastos que se reducen hasta que se llega a un tipo de gasto de aspecto humano y que religiosamente cobra una nómina a fin de mes.

Cuando se llega a esta situación es preciso definir los criterios de selección de víctimas y elegir el verdugo. Parece normal que para ejecutar este triste procedimiento se echara mano de las alimañas de la empresa pero el despedir no forma parte del core del negocio y por eso hay que subcontratar este servicio a unas consultoras especializadas en ello

Estos consultores, debidamente formados en estas lides, son seres asépticos que cumplen con el rito de ponerte de patitas en la calle sin despeinarse, sin perder la sonrisa y con la satisfacción del deber cumplido. Al igual que la Guardia Civil(1) actúan en parejas , llaman una a una a sus víctimas a un selecto despacho de dirección, les ofrecen asiento y un té(2) antes de exponerles la grave situación por la que atraviesa la cuenta de resultados, secuela del exceso de trabajadores. A continuación le comunican que prescinden de sus servicios ya que su salario supone una carga inasumible para la empresa.

La víctima, sorprendida, no da crédito a lo que oye, ya que en estas situaciones de regularización de empleo todos los trabajadores piensan que no les va a tocar a ellos. En este momento de confusión, los consultores terminator, acompañan a la víctima a la mesa de trabajo donde le sugieren que recoja sus cosas y que no hable con sus compañeros. Los terminator, dejan a la nueva baja en plantilla en la calle y vuelven de nuevo al despacho de lujo para gestionar otro nuevo despido. El interfecto laboral, que no ha asimilado los 15 últimos momentos de su vida, se encuentra en la calle con una caja de cartón que contiene sus objetos personales de la oficina y si le pinchan con un alfiler no sangra

Cuando finaliza la dura jornada, los consultores terminator llegan rendidos a su casa. Es tarde, los niños están acostados y los besan con ternura. La mesa está dispuesta para la cena, a los postres dirán a su mujer: "Cariño, este año cuando despida al número 100, cumpliré los objetivos y nos podremos comprar un coche nuevo".

Lula

Más relatos de Lula, pulsar aquí
e-mail de contacto: seccionfemenina@gmail.com


(1) Creo que la Guardia Civil, para reducir gastos, quiere que las parejas se reduzcan a la mitad, formando parejas de a uno. ¿habrá hecho un master en Administración de Empresas el Director de la Guardia Civil?
(2) Sería más conveniente una tila, por lo que ocurre a continuación