Una historia ¿verdadera?

-¿Cómo es Lartilia Ale?
-Una bola, cara blanca con ojos negros grandes y trenzas.
Suficiente descripción para una niña de cuatro años.
-¿Y si dejas a tu hermana jugar con ella?
-No mami, Lartilia es sólo amiga mía.
-Bueno, vamos a comer, la mesa está puesta TAMBIÉN para Lartilia.
Un lugar para Papá, uno para mamá, otro para Belinda y... Lartilia y yo juntas de un lado de la mesa.

No sé cuando dejé de verla... quizá cuando nació Claudia; no lo recuerdo bien. Lo que sí recuerdo es aquel día que a lo lejos vi... al hombre con sombrero negro, gabardina negra... su cara tan blanca y... ¿eran lentes oscuros?.

Caminaba de regreso a casa y allí estaba muy serio, parado al lado del poste. Tengo que tener cuidado y cruzar hacia la otra acera. Al pasar frente a él... ¿era un hombre o ese bote de basura?... ¡bah!... era un bote de basura.

La historia se repite durante veinte años... ahora un poste, ahora un pino, ahora un buzón... pero ¡que imaginación la mía!... ¿por qué imagino a un hombre así, vestido como los gangsters de Chicago?... ¡y cambia tan rápido!... siempre me espera a mitad de cuadra; un parpadeo y no está. ¡Vaya imaginación de esta señorita que soy ahora!

No le hago caso y me acostumbro a ¿él?... hasta que cumplo 27 años y un día no lo vi más. La joven se hizo vieja o ¿tiene tantos deberes con su hijo de 7 años, el trabajo de hombre, la mujer de casa, el juego de carritos y guerreros...?

UN AÑO DESPUÉS

-¿Mami? Tengo que decirte algo... a veces yo... veo a alguien... veo algo. Te voy a mostrar que es lo que veo pero debes de creerme porque te digo la verdad.

Corre mi niño a su caja de juegos y trae en su mano un cartón pequeño.
-¿Má? Yo veo a este señor, se llama HOMBRE DE NEGRO... ¡es igual! Abre su manita y me lo muestra... al mismo tiempo que la sangre se me va al suelo.......no me asusta el hombre dibujado en la baraja; le conozco TAN BIEN... cara blanca redonda; sombrero de gángster; traje negro y sus grandes ojos negros en un círculo perfecto.

-¿Baby, desde cuando ves al señor éste?
-Hace como... quizá un año má...
-¿Me crees mami?
-Claro amor! Explícame cómo y cuándo lo ves.
-Pues, siempre lo veo afuera, en la calle. Voy caminando a cualquier lado y está allí... pero al pasar frente a él... ya no está... encuentro un árbol... un bote de basura... no se mete a la casa... ¿Mami? ¡te estoy diciendo la verdad! ¡tengo miedo!
-Mi niño, no tengas miedo.
-¡Mami! ¿Me lo imagino?
-No estoy segura... eso pensé yo durante veinte años.
-¡¿TU LO VES MAMI?! ¡¿ES IGUAL?!
-Era igual mi niño. La verdad, siempre me creí chiflada... ahora tu me confirmas algo que ni yo misma aceptaba... nunca NADIE lo supo... me lo guardé para mi... pero una cosa te digo... NUNCA TE HARÁ DAÑO, porque a mí no me lo hizo y viví con su "presencia" todo este tiempo... más bien creo que "me cuidaba" y de alguna manera intuía que un día me hablaría... nunca lo hizo.
-Pero. ¿ya no le ves mami? ¿cuándo dejaste de verlo?
-Pues ahora me doy cuenta que fue... hace un año, amor...

* Mi niño hoy tiene 20 años... nuestro amigo... no sé cuantos tenga... nunca se animó a hablarnos... pero allí sigue... tras los botes de basura y los pinos pequeños.

Alexiasasha
Una de cuatro hermanas.
Nuevo León, México. A 8 de Abril del 2003.

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